EL CONFESIONARIO | Ray Zubiry
¡Señoras y señores! ya está a la vuelta de la esquina el estreno de la película ¡Que Viva México! del guionista, productor y director mexicano Luis Estrada, quien con todo respeto es El niño héroe del cine mexicano, librando dos cosas importantes para producir en esta nación: la censura y la autocensura, pues se ha atrevido a retratar en sus películas la realidad que vivimos en un tono divertido, cómico, que hace reflexionar a una sociedad acomodada, pero no por el poder adquisitivo, sino porque se acostumbró a todo.
La temáticas que este director aborda en sus películas son de ambiente familiar y es porque la mayoría de las situaciones que presenta tienen un gran parecido con la realidad, lo cual –creo yo– no es mera coincidencia, lo cierto es que después de ver sus películas no vuelves a ser el mismo y como la lectura no es una habilidad que tengamos muy desarrollada en México, donde cada habitante lee un libro al año, pues nos ayuda a contextualizar y entender la historia del porqué estamos así y del porqué somos así.
El director tiene 30 años de trayectoria, desde que en 1991 con Camino largo a Tijuana inició su carrera filmográfica, donde aparecía Pedro Armendáriz Jr. y Daniel Giménez Cacho, quien tuvo una nominación a los Premios Ariel por mejor ópera prima.
Y qué tal La Ley de Herodes (1999) con el alcalde Varguitas que le gusta arrancar las hojas a la constitución para hacer su propia ley (eso es ficción) o Un mundo maravilloso (2006), en la que se nota de manera abismal las diferencias sociales, El infierno (2010) con nuestro muy entrañable personaje de El Cochiloco o La Dictadura Perfecta (2014), en la cual podemos ver de forma didáctica con dibujitos por qué los medios de comunicación son el cuarto poder y me atrevería a decir que en pleno 2022, junto con las redes sociales, son el poder de poderes.
Gracias a La ley de Herodes y El infierno, Estrada ha sido dos veces acreedor del Ariel por mejor dirección y mejor película.
¡Que Viva México! cuenta la historia que “tras la muerte de su abuelo minero, Pancho viaja con su esposa e hijos a su pueblo natal llamado La Prosperidad, donde se desata el caos con sus familiares por la herencia”.
Si ustedes se dan la oportunidad de ver el avance, es un shock en pantalla el encuentro de dos mundos o, lo que sería lo mismo, decir Lomas de Angelópolis y Santa Clara Ocoyucan, que sólo la divide una barda, donde se ven dos niveles socioeconómicos completamente dispares; el mismo Estrada señala que en este filme aborda tres de nuestras instituciones esenciales: la familia, la religión y el poder político.
En el poster oficial de la película, que simula una carta del clásico juego de lotería, muestra a varios personajes, entre ellos El Fifí, La Madame, El Góber y La Vestida, que es una probadita de lo que viene en el filme y de qué lado masca la iguana.
El elenco aquí les va: Damián Alcázar, Alfonso Herrera, Joaquín Cosío, Ana de la Reguera, Ana Martín, Angelina Peláez, Silvia Gutiérrez, Silverio Palacios, Sonia Couoh, Cuauhtli Jiménez, Enrique Arreola, José Sefami, Salvador Sánchez, Luis Fernando Peña, Mayra Hermosillo, Fermín Martínez, Enrique Arreola, Natalia Quiroz, Mauricio Issac, Leticia Huijara, Adriana Louvier, Edwarda Egurrola, Vico Escorcia, Alex Perea, Marius Biegai, Raphael Camarena, Mayté Fernández, Daniel Raymont y Amaury Reyes.
Por cierto, ya se la están haciendo de jamón a Cuauhtli Jiménez, pues el actor mexicano cisgénero interpreta a un personaje trans (transgénero, travestis y transexuales) y forma parte del estereotipo que se muestra una y otra vez, en cine y televisión, sobre las mujeres transgénero.
Ya pusieron el grito en el cielo porque hay poco acceso al empleo para las personas trans, pero él es un actor y esto te da la capacidad de interpretar a cualquier personaje.
Esto ha pasado con otros actores como: Jared Leto (Dallas Buyers Club), Eddie Redmayne (La chica danesa), Paco León (La Casa de las Flores) y Eduardo Yáñez (Mi Tío) actores, hombres cisgénero, que han actuado papeles de mujeres trans.
Bien por Luis Estrada, nuestro niño héroe del cine, quien ha vencido lo más importante a la hora de hacer un proyecto que es la autocensura, en primer término, y la censura a la hora que sus películas contaban con el censor de Gobernación, que hacía que sólo se viera un par de semanas en las salas de cine. Hablemos, por ejemplo, de La Ley de Herodes.
Es un logro de él haberse permitido arrastrar el lápiz bonito, dando rienda suelta a sus ideas, criticando en sus películas… más bien, diría: evidenciando el día a día de este “que-herido México”, donde los fifís y chairos siempre han existido, sólo que mis abuelos les llamaban ricos y pobres.
Sin duda, en el cine mexicano –me atrevo a decirlo– tiene un antes y un después de las películas de Luis Estrada.
Filmada durante la segunda mitad de 2021, en distintas locaciones de San Luis Potosí, entre ellas, la población minera Real de Catorce, ¡Que Viva México! llega a cines el 3 de noviembre y en Netflix el 16, en la cual podremos ver falsedades, inexactitudes y mentiras de nuestra sociedad, en la que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
La columna de esta semana ha terminado pueden ir en paz.
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